Ciencia en redes sociales: te presentamos a divulgadores y divulgadoras de ciencia que destacan en estas plataformas

La relación entre la sociedad, la ciencia y la comunidad científica es un espacio en el que investigadores, comunicadores, artistas y expertos de diversas áreas han experimentado diversos formatos y lenguajes para socializar el conocimiento y promover la valoración de saberes de las ciencias sociales, naturales y exactas. Este camino ha permitido poner la evidencia científica a disposición de la ciudadanía, pero muchas veces, la complejidad de esta información dificulta su apropiación social. 

Las nuevas plataformas digitales han generado una oportunidad para difundir este conocimiento en un lenguaje simple y atractivo para usuarias y usuarios. Y es que las redes sociales han sido cuna para diversos generadores y generadoras de contenido que se dedican a compartir conocimiento, formando una amplia y fuerte comunidad de personas que se fascinan por los logros científicos.

Esta nueva forma de comunicar, dejando el lenguaje técnico de lado ha permitido socializar más el conocimiento y, por este motivo, queremos destacar a varios de estos divulgadores y divulgadoras que han decidido abandonar el manto tradicional de la comunicación científica y arriesgarse en una plataforma poco conocida para la ciencia.

Descubre sus historias personales, trayectoria como comunicadores y su motivación por divulgar contenido relacionado a las ciencias en esta serie de artículos que publicaremos cada semana en nuestra web.

@Mikephy

Desde Ciudad de México surgió una voz que encantó a miles de usuarios en Tik Tok. Con su mítica frase de “te lo explico en lo que queda del minuto”, Luis Miguel Sánchez (30 años), o Mike como lo conocen en redes sociales, comenzó a compartir conocimiento científico tras una serie de sucesos inesperados.

La pandemia paralizó a todo el mundo, y Mike no era capaz de quedarse sin hacer nada. “Estaba yo encerrado en mi casa, haciendo lo que se podía en mi casa, pero yo necesito hacer cosas, yo necesito todo el tiempo estar haciendo algo o sino no estoy a gusto”, explica Mike sobre cómo vivió los primeros meses en pandemia.

Es por ello por lo que se motivó a aprender edición de videos utilizando Tik Tok para subir contenido sobre fotografía, que es a lo que se dedicaba antes. “Mi primer video iba a ser sobre la teoría del color, porque me gusta mucho la fotografía. Entonces dije «Voy a hablar de la teoría del color», para enseñarle algo a la gente”, señala Luis Miguel cuando se dio cuenta en qué la fuente donde recogió la información mostró un error.

“En ningún momento quise enseñarle a la gente ciencia, me pongo a investigar sobre teoría del color, encuentro en un blog de fotografía que dice «y esto es tan negro como el color del universo». Entonces ahí mi alma de físico salió a brote, porque el universo no es negro, el universo es más bien muy blanco”, enfatiza Mike. El video pasó de hablar sobre la teoría del color a mostrar el verdadero color del universo y el por qué es así.

Desde entonces, gran cantidad de usuarias y usuarios lo comenzaron a seguir, a compartir y esperar más videos. Desde ese viaje hasta hoy, casi son dos años de trayectoria como “traductor” científico, como gusta llamarse, y ya tiene más de 2.6 millones de seguidores en Tik Tok y sus videos superan los millones de likes en cosa de segundos.

Licenciado en Física y con gustos en la fotografía y el mundo audiovisual, Mike busca continuar con su contenido en redes sociales, compartiendo más curiosidades y ciencias generales a todos sus seguidores y seguidoras.

¿Desde cuándo te empezaron a interesar las ciencias?

Yo la verdad es que no estaba para nada interesado en eso, pero me tocó un maestro muy bueno en física y con un mes fue suficiente para que yo me diera cuenta de lo ‘padrísimo’ que es la física. Y a partir de ahí, y gracias a este profesor que la verdad le doy mis aplausos, empecé a tomarle el interés a las matemáticas, a la química, a las ciencias sociales, a la educación en general, así fue como me empecé a interesar a todo esto de las ciencias, gracias a un ‘profe’ que me enseñó muy bien en la preparatoria.

¿Cuándo decidiste divulgar conocimiento en redes sociales?

Algo muy importante fue la pandemia. Estaba yo encerrado en mi casa haciendo lo que se podía en mi casa, pero yo necesito hacer cosas, yo necesito todo el tiempo estar haciendo algo o sino no estoy a gusto. Entonces, en ese momento estaba el ‘mero’ boom de Tik Tok y dije «¡Pam! Quiero aprender a editar videos», mi intención única era aprender a editar videos. Entonces dije «¡Ah! Esto lo puedo hacer en Tik Tok», y empiezo a grabar, a hacer cosas y aprendo edición de videos usando esta herramienta. Mi primer video iba a ser sobre la teoría del color, porque me gusta mucho la fotografía. Entonces dije «Voy a hablar de la teoría del color», para enseñarle algo a la gente. Pero en ningún momento quise enseñarle a la gente ciencia, me pongo a investigar sobre teoría del color, encuentro en un blog de fotografía que dice «y esto es tan negro como el color del universo». Entonces ahí mi alma de físico salió a brote, porque el universo no es negro, el universo es más bien muy blanco. El color promedio del universo, uno pensaría, lo volteas a ver y se ve muy oscuro. Pero no, el color del universo promedio se llama café con leche cósmico y es un beige muy cercano al blanco. Entonces ahí dije «Y si mejor le cuento a la gente en este primer Tik Tok, cual es el color del universo», porque está de locos saber eso. Empecé a escribir el guión y ¡Fua! A mí siempre me ha gustado enseñar, en algún momento de mi vida di clases y entonces me di cuenta de que necesitaba enseñarle esto a la gente. Hago mi primer video, tuvo buen recibimiento, no lo podía creer y dije «no puede ser, ahora quiero enseñar cosas de ciencia».

¿Cuál fue el primer obstáculo para crear contenido que le gustara a la gente?

Yo creo que el storytelling es algo muy importante para comunicar ciencias. Eso lo he aprendido a lo largo de estos casi dos años que ya llevo en Tik Tok. Comunicar el mensaje, por ejemplo, hablas de un tema, y muchas veces es muy fácil para mi decir «este es un potencial gravitacional», pero mucha gente me va a decir «Pero ¿qué es un potencial gravitacional?». Entonces para mí lo más difícil es el lenguaje, potencial gravitacional no se explica con dos ‘palabritas’, se explica con un enunciado y eso te come tiempo, y como antes Tik Tok era solo de un minuto, me cuestionaba «okey, ahora como digo que es un potencial gravitacional sin utilizar estas dos palabras, pero hacerlo en un enunciado corto y que se entienda», ese era el principal reto. O lo sigue siendo.

¿Qué es lo que atrae tanto de tu contenido? ¿Cómo es posible llamar la atención de los usuarios y usuarias con temas de ciencia?

Me atrevo a decir que justamente es el storytelling que manejo. Mi storytelling, entre muchas cosas, es amigable, pero lo que lo caracteriza es que cuando yo escribo, escribo pensando en que tú me das tu mano, en cuando estás viendo mi Tik Tok, me das la mano y entonces yo te doy un paseo brutal durante un minuto hablándote de neutrinos, por ejemplo, pero no te suelto y todo el tiempo que te estoy hablando de neutrinos y tu sientes que el video va terminando por la entonación que le meto al video. Creo que eso es lo que me caracteriza, darle un poquito de suspenso, de dinamismo, de tratar de no soltarte hasta el final.

¿Crees que las redes sociales son un canal viable para comunicar ciencias? ¿Sientes que la comunidad científica debería sumarse a estas plataformas prontamente?

Es muy triste el cómo se vive la divulgación, al menos aquí en México es un poquito curioso, porque si tú haces divulgación seria, estás haciendo divulgación buena, pero si tú divulgación es entretenimiento, se tiene el pensamiento de que mientras la divulgación es más de entretenimiento se pierde información. Y eso no es verdad, desde mi punto de vista no es verdad. A mí lo que me interesa es mi labor como, bueno yo me llamo más «traductor» de ciencia, como traducir la ciencia de jerga técnica a un lenguaje más cotidiano, entendible y divertido. Bueno, el punto es ese, creo yo que es un gran vínculo el de la ciencia con las Redes Sociales y debemos saber el de aprovecharlo si queremos captar nuevos jóvenes cerebros que tengan una opción en su abanico de opciones. Que digan «¡Ah! Ok, existe biología, también existe física, también existe ‘mates’, pero también existe diseño gráfico, y otras cosas» y que tengan la probabilidad de decir ¡Si me gusta física, quiero estudiar física!» y si no, no pasa nada.

Finalmente, ¿Qué mensajes te gustaría entregar para que niños y niñas se interesen en las diversas disciplinas de las ciencias, el conocimiento, tecnología e innovación? 

Uno de los mayores obstáculos que presentamos cuando estudiamos una carrera de ciencias duras es el hecho de que toda la vida nos han dicho que las ciencias duras son únicamente para gente inteligente. Y la verdad es que no. La verdad es que yo estoy muy peleado con esa idea de que «sabes, si te gustan las matemáticas entonces un ‘cuate’ muy inteligente, pero si no eres inteligente no podrás». Yo no me considero una persona inteligente y terminé una carrera de física. Yo siempre lo he dicho, si yo pude hacerlo, estoy seguro de que cualquiera persona puede. Yo pasé de odiar las físicas, odiar las matemáticas, a terminar una carrera de física. Creo que soy el vivo ejemplo de que cualquier persona que le guste algo, puede llevarlo a cabo. Y esa es la clave, que te gusten las cosas. Entonces mi mensaje sería que en el mundo hay una presión social horrible de decir «si estás estudiando física, tienes que sacar una maestría y un doctorado y no sé y esto y lo otro», haz lo que tú quieras, haz lo que se te antoje y estudia las cosas porque te gusten y ahí vas a encontrar la clave en hacer las cosas con ganas.

@LaArgonauta

Con su batalla personal como principal motivación, Mary Anne Argo Chávez (29), de Concepción, comenzó a realizar contenido en redes sociales, esperando a que las y los usuarios pudiesen conocer mejor sobre su carrera profesional: la antropología.

Profesión que le permitió aunar todos sus intereses académicos, que abarcan desde las ciencias duras hasta el ámbito más social de estas disciplinas. Y en su trayectoria como antropóloga descubrió lo ampliamente útil que es esta vocación para la sociedad, a pesar de eso, la gran mayoría no tiene idea de qué trata.

“Estaba cansada de que la gente me dijera «¡Ay! qué bonito estudia a los dinosaurios, estudia las estrellas». Entonces me puse como meta, hasta cuando soy una persona que se queja de esto, pero que no hace nada”, explica Mary Anne sobre lo que gatilló sus ganas de generar contenido en redes sociales.

Desde entonces su batalla personal es acercar esta disciplina a los y las usuarios de internet, generar un espacio de reflexión por medio de sus experiencias personales y hacer entender de que el mundo podría ser mucho mejor si conocieran la labor de la Antropología. Y a finales de 2020 decidió abrir su cuenta de Instagram.

La Argonauta, como se hace llamar en redes sociales, antropóloga sociocultural con magíster en Historia y docente de Antropología Sociocultural en la Universidad Santo Tomás, ha logrado cautivar a varios y varias curiosas que se han sumado a sus infografías, videos y podcast.

¿Desde cuándo te empezaron a interesar las ciencias?

Desde niña siempre tuve cierto interés vinculado a lo que es la ciencia, pero igual en base a lo que uno ve en la ‘tele’ o en los videojuegos o en los libros. Yo quería ser astrónoma o estudiar biología marina y para mí eso era como lo máximo, ya después esta idea fue mutando. Cuando uno empieza a crecer y tiene que decidir qué es lo que quiere estudiar, ahí se complica, porque hay otros factores que influyen. Y en ese proceso pasé por todas las carreras de la existencia: quise estudiar medicina, nutrición, traducción, pedagogía, lenguaje. Yo tenía el problema de que a mí me gustaban muchas áreas del conocimiento, tanto las ciencias duras digamos y el lado de las lenguas, el lenguaje, los idiomas y las ciencias sociales. Y llegué a antropología, y dije como «¡Oh! esta carrera tiene cosas de todos los ámbitos que a mí me interesan», y finalmente entré a estudiar antropología motivada por esa idea de tener la posibilidad de estudiar muchas áreas y cosas de mi interés. Había sabido algo sobre la antropología antes, en ciertos libros que abrieron un poco esa cajita de pandora, si pudiera decir uno es «La ciudad de las bestias» de Isabel Allende, que leí durante la educación media. Y ese libro me voló la cabeza y, de hecho, uno de los personajes del libro es antropóloga, y al leerlo fue como «¡Ah! ¡Antropología… no sé!», y claro, lo que narran en este libro finalmente se transformó en uno de mis intereses principales en el área de la antropología que es como el simbolismo, los ritos, la semiótica.

¿Cuándo decidiste divulgar conocimiento en redes sociales?

Llevo haciendo contenido desde noviembre de 2020. Siendo honesta, siempre había tenido el interés de generar algún tipo de contenido vinculado con la antropología. En algún minuto pensé mejor hacer un blog, subir videos, era una idea que se me hacía muy lejana por lo difícil que es la edición, al menos para mi es muy difícil. Y en realidad el detonante fue porque la antropología podría ayudar a cambiar a la sociedad finalmente, si fuera de uso más frecuente, de uso más común, más conocido, porque la antropología o conceptos que pueden ser súper útiles y que me encantaría que se hicieran más masivos mucho más conocidos. El otro detonante concreto fue lo invisibilizada que está la antropología a nivel masivo, porque ya estaba cansada de que la gente me dijera «¡Ay! qué bonito estudia a los dinosaurios, estudia las estrellas». Entonces me puse como meta, hasta cuando soy una persona que se queja de esto, pero que no hace nada, y ahí dije «ok, voy a poner de mi parte», por un lado, para saber que estaban haciendo otras personas que se dedican a hacer antropología en Chile, y para yo poner de mi parte para que este tipo de conocimiento, que a lo mejor sea súper técnico, sea más acercado a otras personas y se haga más masivo. Y esto se volvió como mi objetivo de vida, y quiero algún día encontrarme con una persona X y que nos pongamos a conversar e independiente de su nivel educacional, me pregunte que hago y yo diga «soy antropóloga» y me diga «¡Ah! buena».

¿Cuál fue el primer obstáculo para crear contenido que le gustara a la gente?

Yo creo que una de las cosas más difíciles es pensar en tu audiencia. Y no me refiero al número de ‘likes’, no me refiero a las personas, ni a los compartidos, para mi es un poco irrelevante. Pienso más en cómo una persona común y corriente, que no maneja estos conceptos, podría interesarse por este tipo de contenido e integrarlo. ¿De qué forma? Entonces, pensar en cómo aterrizar contenidos que son altamente académicos y complejos de explicar en una infografía de 10 gráficas digamos.

¿Qué es lo que atrae tanto de tu contenido? ¿Cómo es posible llamar la atención de los usuarios y usuarias con temas de ciencia?

Lo que intento hacer, y que me gustaría continuar, es generar un poco de reflexión en torno a los contenidos. Que no solo sea contenido frío, sino ofrecer ideas, percepciones propias y personales a partir de mi experiencia, e invitar a la gente a que reflexione, a que se pregunte cosas, a que se cuestione. Porque para mí eso es lo más importante del conocimiento.

¿Crees que las redes sociales son un canal viable para comunicar ciencias? ¿Sientes que la comunidad científica debería sumarse a estas plataformas prontamente?

Sí, completamente. Soy super crítica respecto a cómo las ciencias se desenvuelven en espacios académicos, generan contenido desde la academia para la academia, y que es contenido muy especializado. Claro, decimos que creamos conocimientos, pero ese conocimiento no lo acercamos a las personas, entonces, al final se crea conocimiento por crear conocimiento solamente o por tener un título o por mantener un trabajo y creo que lo importante no es eso. Lo importante es, por un lado, devolver el conocimiento a las personas, en mi caso de ciencias sociales, con quienes se trabajó, y darle un insumo que les sea útil y las redes sociales permiten eso, permiten acercarse no solo con quienes se trabajó, sino que a todo tipo de público. Porque crear conocimiento vacío no sirve de nada, hay que contar lo que hacemos, hay que difundir lo que hacemos y no en un sentido de que «miren, estoy haciendo esto», sino que en un sentido de que «yo tuve esta experiencia haciendo esto, a lo mejor mi experiencia le puede servir a otra persona». Luego con eso logramos generar una mejor sociedad, un mejor país, mejores políticas públicas. Para eso es esencial que los conocimientos y las ciencias salgan de los espacios académicos, salgan a la calle, salgan a las redes sociales, salgan a cualquier medio posible.

Finalmente, ¿Qué mensajes te gustaría entregar para que niños y niñas se interesen en las diversas disciplinas de las ciencias, el conocimiento, tecnología e innovación?

Mi mensaje esencial es que las ciencias, el conocimiento, la tecnología y la innovación no son cosas frías y alejadas de las personas y del día a día, no son temas o áreas de la vida que solo conciernen a personas dedicadas a la ciencia y a la academia. Están aquí, en todas partes, en todo momento, todos los días. Particularmente en el caso de las ciencias sociales, la cultura, ciertos conceptos y el patrimonio cultural están con la familia, con las amistades, en las vivencias personales de cada persona, en los libros, videojuegos, apps y series que a una persona le gustan, están en todos lados, solo hay que buscarlas, abrir los ojos, la mente y despertar la curiosidad.

@Paleo_Andrea

Al igual que muchos, Andrea Yévenes Alveal (29), a sus 4 o 5 años conoció las películas de dinosaurios y fue una obsesión que perdura hasta hoy. Empezó a ver fósiles en las rocas de la calle, a clasificar los dinosaurios que le regalaban y, cuando adolescente, decidió no solo quedar como una fan, sino que profesionalizar su obsesión.

Sin embargo, no es un camino fácil. En nuestro país no existe la carrera de Paleontología, para ello, nos cuenta Andrea, “tienes que estudiar una carrera en ciencias, que sea a fin, y hacer currículo externo”. Así fue como, durante años, Andrea fue voluntaria y ayudante de un sinfín de centros y museos que le permitieron generar una trayectoria relacionada a la paleontología.

Hoy como paleobotánica, estudiante de un magíster de Paleontología en la Universidad Austral de Chile y titulada en Ciencias del Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad de Viña del Mar, es que Andrea logró cumplir su sueño de estudiar dinosaurios y su biodiversidad. Sin embargo, esto solo generó otro sueño a cumplir, ser la primera cuenta de redes sociales en hablar de contenido paleontológico en español.

Ahí encontró el nombre por el que hoy miles la conocen, la PaleoAndrea es capaz de enseñarte la historia de un fósil por medio de una canción, o contarte sobre una especie en específico vestida con un filtro que encontró, o hacer el trend del momento mientras te habla sobre la flora de la época jurásica en el centro de Chile. Desde Valparaíso hacía todo el mundo hispanohablante de las redes sociales, Andrea Yévenes ha logrado cautivar a miles de usuarios que han decidido escuchar a su niño o niña interior, y aprender más sobre dinosaurios.

¿Desde cuándo te empezaron a interesar las ciencias?

Yo de niña, bien chiquita, siempre fui muy curiosa. Yo trepaba árboles, recolectaba rocas y cuando tenía entre 4 o 5 años vi las primeras películas de dinosaurios y fue una obsesión total. Tuve la suerte que mi familia me diera mucho apoyo, me regalaban enciclopedias, libros cortos que vendían en los quioscos. Y ahí haciendo una base de datos en mi cabeza, los juguetes de dinosaurios en cada cumpleaños y Navidad me regalaron tarros con dinosaurios y yo los catalogaba. Y así empezó y se mantuvo casi siempre, y claro, cuando más grande empecé a averiguar del tema científico, más correcto, los términos. Y ya en la universidad me adentré más en el mundo académico, que antes era más como un tipo de fan, que hay muchos que se clasifican fan de la paleontología, yo estaba en esa época escolar en eso, pero ya en la universidad encontré el lado más académico. Y decidí continuar por esa línea.  Pero me encontré con que la carrera no existe. Solo existe en Argentina, Estados Unidos y Canadá. Acá lo que uno tiene que hacer es estudiar una carrera en ciencias, que sea a fin, y hacer currículo externo, yo por ejemplo fui voluntaria en el Museo Nacional de Historia Natural, hice pasantía en distintos laboratorios, hice ayudantías a geólogos del ramo de paleontología, ayudé a paleontólogos en terreno, en tesis. Siempre uno tiene que ir buscando distintas oportunidades para ir haciendo un currículo, porque sí existe un magíster en paleontología, en el que ahora estoy.

¿Cuándo decidiste divulgar conocimiento en redes sociales?

Tenía mis redes sociales desde 2018, pero avancé muy lento. Fue en la pandemia donde di pasos gigantes y empecé a crear más contenido, sobre todo en Tik Tok. Lo que me motivó era que no había mucha paleontología en español, las páginas que había eran en inglés y siempre estaban enfocadas en trabajos de museos. Pero no había algo más didáctico de lo que siempre se pregunta, y como yo en la universidad hice varias ayudantías y me gusta enseñar, tomé todo lo que iba aprendiendo de paleontología y decidí compartirlo. Hay una forma de acercarlo a la gente, porque la paleontología a muchos si les gusta, les recuerda a su niñez, eso es lo que más me dicen «me recuerdas a mi niño o niña interior que le gustaba esto». Pero en el aspecto científico la paleontología es muy técnica, hay que comprender distintas áreas, hay que saber geología, hay que saber de biología, hay que saber de física, de química para poder entender un paper, que de por sí son complejos de entender Yo lo que hago es simplificarlo lo que más puedo, utilizo los trends, por ejemplo. Ahí yo busco las tendencias, hago canciones, para acercar a la gente al conocimiento, porque también hay mucha desinformación en Internet, canales en YouTube explícitos en enseñar cosas de que los dinosaurios son falsos, que nosotros ponemos los huesos ahí para vender juguetes, o que era una cultura de gigantes e inventamos a los dinosaurios para esconderlo. Por eso también quise utilizar las redes sociales que tienen un gran alcance, y para que la gente pueda entender que hay un conocimiento científico que no es tan complejo de entender y que es entretenido aprender ciencia. La ciencia no tiene por qué ser aburrida.

¿Cuál fue el primer obstáculo para crear contenido que le gustara a la gente?

Lo que más difícil fue encontrar la forma de dar la información en un comienzo. Al principio, sobre todo en Instagram yo hacía infografías muy largas, con mucho texto, y claro, la gente no quiere ver Instagram para estar leyendo, quiere ver quizás una que otra imagen, o los videos. Los Reels fueron un descubrimiento para mí, para que el Instagram también creciera. Pero fue eso, adaptar mi contenido a lo que la gente quería ver para aprender, porque saber de paleontología puede atraerte, pero si te pasan algo complicado, denso, con mucho texto, lo vas a pasar de largo. Entonces tuve que cambiar el foco al crear mi contenido e ir evolucionando constantemente.

¿Qué es lo que atrae tanto de tu contenido? ¿Cómo es posible llamar la atención de los usuarios y usuarias con temas de ciencia?

Lo que yo he visto mucho de creadores de contenido, sobre todo en la línea científica es que mantienen un contenido constante, mucho mantienen la misma línea de seriedad. Yo trato de ir innovando con las canciones, los trends, voy aplicando filtros, la pantalla verde. Voy cambiando constantemente, porque al final quienes me siguen hace mucho tiempo van a ver algo monótono y esa no es la idea, se van a aburrir y van a decir «sabes que no quiero seguir más porque siempre es lo mismo», aunque sea un tema distinto, lo van a interpretar como lo mismo, entonces por eso siempre voy variando y creo que eso me hace un poco distinta a varios divulgadores y creadores de contenido. Voy cambiando mucho en el tiempo, creando nuevas secciones y todo eso.

¿Crees que las redes sociales son un canal viable para comunicar ciencias? ¿Sientes que la comunidad científica debería sumarse a estas plataformas prontamente?

Yo creo que gran parte de la comunidad científica, sobre todo los mayores, no van a dar el paso hacía las redes sociales, van a mantener este hermetismo que hay en torno a la ciencia, que es una realidad, pero las generaciones más jóvenes si queremos hacer esto. Quizás no todos quieren llegar a redes sociales, pero sí hay una red de apoyo. Los científicos jóvenes podemos usar estas herramientas, porque es lo que nosotros más consumimos. Estamos con el celular prácticamente todo el día, todos tenemos redes sociales, entonces, si es una buena herramienta para hacer llegar la ciencia a la gente. La gente no va a pagar por los papers que salen en Nature que tampoco van a comprender, pero sí van a ver un video de 1 minuto donde uno les puede explicar X tema. Creo que es una buena herramienta para divulgar el conocimiento científico.

Finalmente, ¿Qué mensajes te gustaría entregar para que niños y niñas se interesen en las diversas disciplinas de las ciencias, el conocimiento, tecnología e innovación?

La ciencia es un camino muy lindo. Voy a tomar la frase que dijo Neil DeGrasee Tysson: «Todos somos científicos cuando niños y niñas, todos somos curiosos y curiosas, todos tratamos de experimentar». Entonces la idea, yo sé que hay muchos niños que se entusiasman con la ciencia, pero en el camino decantan, hay muchos factores, pero a muchos les sigue gustando. La ciencia no es algo extremadamente complejo, no es algo imposible, es algo que uno puede lograr, yo estoy lográndolo, no soy ningún Einstein, solamente hay que tener una meta fija y luchar por ella. Todos tenemos distintas habilidades y capacidades, pero si encontramos algo en este espectro científico que nos apasiona, podemos lograrlo, no es imposible lograrlo. También un mensaje para que los padres, o profesores los apoyen en esto. Quizás los lleven a algún museo si es que pueden, incluso cualquier enciclopedia los va a entusiasmar más. Si se interesa porque agarra una roca y les dice «mira, parece un fósil» o algo así, seguirles la corriente, porque los niños y niñas tienen esa curiosidad constante y muchos y muchas pueden llegar a ser grandes científicos y científicas.

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