Durante el desarrollo de las ciencias e innovación, se construyó una comunidad académica que reforzó sus métodos e industrias a fin de lograr un avance notorio para la sociedad. Es así como este rubro se profesionalizó a tal punto de que para sus quehaceres requiere de conocimientos, estructura e instrumentos que no son de fácil acceso.
Sin embargo, la ciencia no es solo para los científicos y científicas, y es así como surge la tendencia mundial de la ciencia ciudadana. Este movimiento busca, principalmente, sumar de forma participativa a personas que se encuentran fuera del mundo científico, así incorporar conocimientos, herramientas y recursos de los diversos territorios.
Es una forma distinta de hacer ciencia, la que permite tener más visiones y lograr soluciones efectivas a las problemáticas que afectan a las comunidades. Y es bajo esta mirada que varios proyectos colectivos se suman a esta tendencia, con la finalidad de entregar un espacio único y memorable para las comunidades.
Así surgió el proyecto “El agua que nos une… (o nos debería unir)”, que en un principio se planteó como un espacio en que la comunidad podía hablar sobre los efectos de la crisis climática en sus territorios y que terminó en cuatro propuestas que buscan abordar de forma efectiva la crisis hídrica de los diversos sectores.
El proyecto fue gestionado por Explora Región Metropolitana Sur Poniente y la Universidad de Chile; desde donde participaron dos científicas, Anahí Urquiza, investigadora del Centro del Clima y la Resiliencia y Ana Lucía Prieto, del Departamento de Ingeniería Civil. Mientras que los ciclos formativos, estuvieron a cargo de la psicóloga comunitaria de la misma casa de estudios, Catalina Valenzuela y Javiera Lecourt, ingeniera Hidráulica.
“El gran valor, a nuestro juicio, es que lo que hasta ahora entendíamos como “conocimiento científico” deja de ser un bien exclusivo de unos pocos y se pone al servicio para la búsqueda de soluciones que se presentan en el cotidiano vivir de las personas”, señala Sandra Rojas, la directora de Explora RM Sur Poniente.
“La ciencia ciudadana es una forma de fortalecer los vínculos de la investigación e innovación científica con los saberes de los territorios”, destacó Sonia Pérez, la jefa de la División Ciencia y Sociedad que gestiona los programas Ciencia Pública y Explora del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Sonia participó del lanzamiento de esta iniciativa el pasado jueves 28 de julio y fue testigo del impacto social que generan proyectos de ciencia ciudadana en su desarrollo y despliegue.
“Este tipo de tendencia se vuelve esencial en la actualidad, porque no solo permite la divulgación y socialización de las ciencias, sino que una participación directa de la ciudadanía en la generación del conocimiento. Esto es generalmente difícil porque no se encuentran los espacios disponibles para estos encuentros”, agrega la jefa de la división.
Así mismo, el ministro Flavio Salazar también visitó la exposición que se encuentra en la Biblioteca Pública Javiera Verdugo de Cerrillos, y vivió junto a estudiantes los resultados obtenidos por este proyecto. “Celebramos la existencia de espacios como esta exposición, que nos interpela como ciudadanos y nos invita a la reflexión, para corregir los errores del pasado. Este montaje es interactivo y en él están las voces de todas las personas que fueron parte del proceso”, enfatizó el ministro tras la jornada de este miércoles 7 de agosto.
“Desde el MinCiencia apostamos por una mirada alejada del adultocentrismo y a través de programas como Explora, junto a todas las organizaciones que lo hacen posible, nos preocupamos de establecer espacios seguros para el intercambio de saberes y para potenciar el protagonismo de niños, niñas y adolescentes”, sentencia el secretario de Estado.
Democratizar el conocimiento
A diferencia de la forma más tradicional de generar conocimiento e innovación, la ciencia ciudadana busca entregar un espacio participativo en el que se valora diversidad de visiones. Sobre todo, es una tendencia muy eficaz para la solución de problemáticas que afectan a una comunidad.
“Encontramos esta metodología de la ciencia ciudadana para llegar a todos los vecinos y vecinas, porque lo que busca es democratizar el conocimiento e ir a preguntarle a las personas cuáles son sus necesidades, sus preguntas y sus problemas en relación a las ciencias”, señaló Paula Troncoso, coordinadora ejecutiva del proyecto Explora RM Sur Poniente.
“incorpora la visión de las comunidades, con su experiencia y muchas veces sus propios saberes que aportan a la comprensión de los problemas. En pocas palabras, el conocimiento se democratiza”, define Sandra Rojas sobre este tipo de iniciativas.
Una visión a la que se suma Sonia Pérez, señalando que como ministerio “buscamos potenciar estos espacios que nos permiten diversificar la socialización del conocimiento y generar una cultura de trabajo transdisciplinario, uno de los principios de nuestra división”. Este proyecto está dentro de la iniciativa Ciencia Abierta que están realizando los Proyectos Asociativos Regionales de Explora en cada rincón del país.
Es así como la directora de RM Sur Poniente señala que estos espacios permiten generar vínculos que democratizan la ciencia y rompe con estereotipos que muchas veces limitan la generación de conocimiento. “De la mano de la ciencia ciudadana es posible derribar prejuicios y tomar mejores decisiones. Permite a las comunidades vincularse con otros actores y otras miradas”, enfatiza Sandra Rojas.
Desde su perspectiva, Sandra señala que esta tendencia se vuelve más necesaria de cara a problemáticas sociales más complejas. “No hay respuestas únicas ni totalizantes. Para las y los científicos, también es relevante incorporar otras miradas y salir de los espacios más tradicionales donde se hace ciencia. Es un desafío, desde luego, porque implica nuevas metodologías de trabajo y una disposición de apertura”, dice Rojas.
“la ciencia ciudadana entrega más valor y protagonismo al conocimiento local, entregando un espacio esencial para que los mismos vecinos y vecinas sean capaces de solucionar problemáticas de su comunidad”, sentencia la jefa de la División Ciencia y Sociedad.
“El mensaje central para las comunidades es preguntarse cómo la ciencia puede aportar a comprender lo que se vive en el territorio y qué nuevos conocimientos pueden ayudar a un mejor vivir. Preguntarse, confiar y no quedarse con las primeras respuestas”, agrega Sandra Rojas, directora RM Sur Poniente, como una invitación a toda la ciudadanía a sumarse a estas iniciativas.