Desde el 2007 se celebra el Día Nacional del Teatro, en honor al nacimiento del reconocido director teatral Andrés Pérez Araya (1951 – 2002), quien es recordado por añadir elementos del teatro callejero, la pantomima y el circo a los espectáculos teatrales. Fundador del “Gran Circo Teatro” y director de la “Negra Ester”, su revolución al teatro nacional es una gran excusa para celebrar esta disciplina y a todos quienes realizan drama y comedia día a día. 

Pero el teatro no solo se queda en los escenarios. La cultura y el arte han cumplido un rol fundamental para diversas investigaciones e innovaciones científicas. No solo como una forma más llamativa de divulgar el conocimiento, también como un objeto de estudio e incluso una metodología de trabajo, que nos permite analizar ciertos fenómenos desde otra perspectiva.

El origen del teatro

Los inicios de las artes escénicas provienen de la tierra del padre de las ciencias. En la antigua Grecia, entre los siglos V y VI antes de Cristo, las celebraciones a Dioniso, dios de la abundancia y el vino, fueron el escenario perfecto para las primeras obras de teatro.

Durante esos años, las y los ciudadanos griegos disfrutaban no solo del conocimiento filosófico y científica que desarrollaron, también de las épicas historias que narraban las aventuras de sus héroes que enfrentaron las fuerzas divinas. Es así como los rituales a Dioniso se convirtieron poco a poco en los pilares del teatro y la dramaturgia.

En esos tiempos, Grecia estaba en un alza como civilización. Su conocimiento filosófico promovió la creación de diversas disciplinas, por lo que tanto el teatro como las ciencias tuvieron un desarrollo primario muy cercano entre sí y era común ver que ambas disciplinas se relacionaran.

Tras la construcción del primer teatro en honor a Dioniso, los romanos adoptaron esta práctica y la masificaron en el resto del continente, desde entonces el teatro fue esencial para el entretenimiento y la cultura de los diversos reinos e imperios que surgieron en tierras europeas.

El teatro y la ciencia

El conocimiento científico también fue fundamental para el desarrollo de las civilizaciones en la edad media y el renacimiento. Sin embargo, su difusión era mínima y solo personas selectas tenían acceso al conocimiento y educación.

En la actualidad, tanto el teatro como las ciencias han avanzado a la democratización, permitiendo que más personas puedan relacionarse con estas disciplinas. Y como tal, la popularidad de las artes ha nutrido a las ciencias en diversos aspectos.

Imagen de la obra "Acercando el universo"

Imagen de la obra «Acercando el universo»

“El teatro como herramienta para transmitir un mensaje aporta muchos beneficios”, señala Felipe Benavente, Ingeniero Civil Industrial, parte de la compañía Ñeque Teatral, un colectivo que busca las temáticas del arte, la pedagogía, la ciencia y lo ancestral en obras teatrales y musicales. Creadores de “Acercando el universo” (2015), una obra musical que, por medio de la belleza del universo, sus leyes, profundidad y misteriosa diversidad buscan hablar sobre el origen del universo. Este espectáculo fue parte de la última edición del Festival de la Ciencia (FECI 2021).

“El abordar la ciencia en un formato teatral es una manera directa de divulgación. Creemos que, mediante el teatro, al ser un arte vivo, los espectadores pueden imaginar, completar las historias, crear y disfrutar de temas tan alucinantes”, agrega Lindsay Cárdenas, profesora de lenguaje y parte esencial de la compañía. 

Para muchos esta relación entre las diversas ciencias y el teatro es algo extraña, sin embargo, la actriz, dramaturga, directora y docente, Manuela Oyarzún, la define como una ruta “multidisciplinaria para un saber integral del ser y nuestro entorno”. Para Oyarzun es fundamental ser consciente de estas interacciones entre las disciplinas, ya que viene de la naturaleza de estas. “Tanto la ciencia como el arte son formas de conocer el mundo, y también de interpretarlo”, explica la actriz y dramaturga nacional.

Desde su perspectiva, el teatro ayuda a acercar el conocimiento científico a la sociedad, permitiendo que se logre entender este tipo de temáticas. “El teatro les sirve a las ciencias para derribar muros desde donde se instala el conocimiento científico, y acercarse a las personas”, enfatiza Oyarzún.

Imagen promocional para la obra de teatro "Mi cuerpo celeste".

Imagen promocional para la obra de teatro «Mi cuerpo celeste».

Es así como desde Ciencia Pública siempre buscamos potenciar este tipo de proyectos de divulgación interdisciplinaria, como lo es “Valentina conoce el cerebro”. También hacer partícipe a las artes escénicas en distintos eventos para atraer a la gente, como en las distintas actividades que fueron obras de teatro o musicales en FECI: Replica, Mi Cuerpo Celeste, Acercando al Universo, entre más.

El teatro es tan versátil como las historias con las que trabaja. Su relación con las ciencias no solo se queda en el plano de la difusión, también hay conocimiento en la escenografía y actuación. “A través de una creación artística los espectadores y espectadoras se nutren de música, del diseño, de la iluminación, la dramaturgia, etc y en todos esos aspectos está presente la ciencia de alguna u otra manera”, señala Pablo Obreque, comunicador audiovisual del equipo de la compañía Ñeque, quien a su vez también ve arte en las disciplinas científicas: “cualquier contenido científico puede ser una pieza artística única”.

“Las experimentaciones artísticas pueden aportar al desarrollo científico; a la imaginación, la reflexión y creatividad que es parte necesaria de las investigaciones científicas”, indica Oyarzún agregando el valor del teatro como una metodología de investigación “también se han desarrollado investigaciones sobre las emociones con actores y actrices que han creado incluso métodos para el trabajo actoral (Alba Emoting) y muchas herramientas que se han generado a partir de la observación, medición y exploración de bailarines y actores en su ejercicio”.

“El teatro puede interpretar y reinterpretar hallazgos y búsquedas que se están desarrollando en las ciencias, y a su vez divulgar materias que desde las ciencias a veces resultan ser un poco áridas o difíciles de comprender por una masa común”, concluye la actriz y dramaturga nacional.

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