Serie infantil promueve el uso de habilidades científicas para resolver problemas cotidianos

Comenzó como un personaje animado que buscaba motivar a niños y niñas con las matemáticas y ahora Renata -una niña de 10 años que sueña con convertirse en una YouTuber famosa- se encuentra con preguntas que la acercan a otras áreas del conocimiento, y la desafían a resolver problemas de su vida diaria junto a sus seguidores.

En esta, su tercera temporada, la serie animada invita a niños y niñas de entre 6 y 9 años a entretenerse con ocho capítulos, explorando en la escritura como una fuente de autoconocimiento, utilizando un mapa para resolver problemas frecuentes, ayudando a otros a través de instrucciones o buscando soluciones innovadoras. La premisa detrás de la saga es no subestimar a los niños y dejar que se sorprendan. “Por eso nuestros capítulos no dan respuestas”, adelanta Andrea Cordones, la directora del proyecto. 

Renata y los nuevos problemas es uno de los 36 proyectos financiados por el programa Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Es implementado por la Fundación Renata con el apoyo de la iniciativa ARPA del Centro de Estudios Avanzado en Educación de la Universidad de Chile (CIAE), y tiene como encargado de contenidos al Premio Nacional de Ciencias Exactas 2011, Patricio Felmer.

Cada martes, a las 17:45 se estrena un nuevo capítulo en su canal de YouTube; y de domingo a jueves se emite en #NTV (antes TV Educa). Ya están disponibles tres de los ocho episodios. Todos ellos, cuentan con la inclusión de lengua de señas.

La brecha STEM

Sólo 17 mujeres han ganado el Premio Nobel de física, química o medicina desde que Marie Curie lo obtuvo en 1903, en comparación con 572 hombres. Este es un ejemplo que menciona el informe Descifrar las claves: la educación de las mujeres y las niñas en materia de STEM de la UNESCO para graficar la baja participación de mujeres en carreras relacionadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Ellas representan sólo el 35% de los estudiantes matriculados en dichas carreras. 

En Chile, el porcentaje de matrícula femenina en pregrado muestra que las áreas de ciencia e ingeniería se mantienen (sólo 28% de presencia de mujeres); mientras que las carreras asociadas al cuidado de personas y educación son mayoritariamente femeninas, con una participación de 70% o más. Es por ello que, desde el Minciencia, a través de la Política de Igualdad de Género en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, busca avanzar decididamente en la remoción de barreras que impiden la participación y desarrollo pleno de las mujeres en estos ámbitos. ¿La meta? 50/50 para el año 2030.

Andrea Cordones cuenta que, si bien hace unos años, al crear a Renata como personaje, no tenía la intención consciente de promover la participación de mujeres en ciencia, “con el tiempo nos hemos ido dando cuenta que es un aporte para relevar la relación de las niñas con la ciencia, las matemáticas; incluso, el solo hecho de que haya mujeres en la serie sirve para empoderar y mostrar a niñas empoderadas”. 

Destaca que en Renata y los nuevos problemas se promueve un enfoque horizontal, en que “todos los personajes conviven en un mundo donde existe igualdad de género”. 

¡Profes Renáticos!

Llegar a docentes de primer ciclo básico que no necesariamente están vinculados a los números es uno de los objetivos de la tercera temporada de Renata. Por ello en la serie hay problemas asociados a ciencias sociales, ciencias naturales, ciencias exactas, artes y humanidades.

La directora del proyecto detalla que los guiones y problemas incluidos en los episodios han sido desarrollados por la iniciativa ARPA y testeados por profesores y profesoras. Complementa el material audiovisual, una guía docente alineada con el currículo y talleres, que debido a la pandemia han realizado a través de plataformas digitales.

En los meses que restan de ejecución del proyecto, esperan compartir la serie entre los 10 mil profesores y apoderados que han participado en temporadas anteriores de Renata; 7 mil docentes de matemáticas de primer ciclo básico, de diversas regiones del país; asistentes de los talleres de ARPA; 2 mil profesores chilenos de otros ciclos y 600 extranjeros.

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